El Colegio de Ciencias y Humanidades, uno de los dos subsistemas de bachillerato de la UNAM, cumple 50 años de existencia, y esto es un motivo de orgullo y de celebración no sólo para la comunidad de Colegio, sino para toda la Universidad. El CCH es producto de los sueños de profesoras, profesores, directivos y muy especialmente del entonces rector, Pablo González Casanova, quien en 1971 tuvo el ideal de crear un Modelo Educativo diferente al sistema positivista, un modelo abierto al aprendizaje y a la investigación, en donde teoría y práctica tuvieran una real comunión para la sociedad mexicana.
Es por ello que el Colegio, en su medio siglo de vida, es una realidad que se construye con el transcurrir del tiempo y cuya consolidación en estas cinco décadas la han forjado los cuerpos directivos, las profesoras y los profesores, así como sus trabajadores. Este sueño educativo para los jóvenes mexicanos ha implicado una labor enorme, ejemplar y de mucho compromiso con toda la comunidad cecehachera y universitaria. En sus primeros 50 años, el Colegio es una institución viva, que sigue caminando y formando a los alumnos, a sus docentes, mejorando día con día la enseñanza y los aprendizajes, y otorgando al país egresados con los mejores valores humanos para contribuir así al desarrollo colectivo con base en los principios de “aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser”.
El Colegio es una obra colectiva y consolidada, en donde los alumnos están en el centro, y sus profesores y profesoras son los héroes y heroínas de esta utopía permanente de crear y transmitir el conocimiento universal, pero hay que recordar que a lo largo de la vida del CCH no ha habido tripulación sin capitán, pues el Colegio ha tenido directivos que han sabido escuchar a sus docentes, trabajadores y estudiantes, y es que no podríamos entender al CCH sin esta dinámica de hacer comunidad.
Así, por su sentido de responsabilidad y de trabajo colegiado y en conjunto es que en los peores momentos los cecehacheros nos ponemos de acuerdo para continuar el ideal de nuestro Modelo Educativo, y para llevarlo a la práctica todos los días en las aulas, los laboratorios y las bibliotecas, porque a nosotros nos toca hacer realidad el sueño de nuestros fundadores y fundadoras que era apostarle a la vida y al desarrollo de los jóvenes con los valores de respeto, pluralidad, equidad e igualdad.
El día de hoy festejamos a nuestro Colegio de Ciencias y Humanidades en medio de un cambio global en los paradigmas sociales, culturales y educativos. Nos enfrentamos con el enorme reto de llevar la educación presencial a un formato en línea, debido a la pandemia que azota al mundo entero; pero incluso en esta situación tan compleja, el Colegio, como es su tradición, ha sabido adaptarse, salir adelante, ser propositivo e innovar en este escenario de las clases y labores no presenciales, porque estar a la vanguardia es otro de nuestros objetivos y valores sustanciales.
Este es el inicio de la celebración del 50 aniversario del Colegio, 50 años en los que hemos cumplido con nuestro Modelo Educativo, modelo que es motor fundamental para toda la Universidad, ya que hemos sido pioneros, por ejemplo, en la formación de profesores desde la década de 1980; el bachillerato en línea no se entendería sin el trabajo de nuestros docentes; los inicios de los estudios de trayectoria son del Colegio y los hemos exportado a otras instancias; el trabajo en investigación educativa ha sido un anhelo de los maestros del Colegio y por ello contribuimos en la creación de la Maestría en Docencia para la Educación Media Superior (MADEMS). Pero nuestro mayor logro ha consistido en formar a más de un millón de alumnos que han pasado por nuestras aulas, jóvenes a quienes, sin duda, el Colegio les cambió la vida.
Esta página web tiene el objetivo de dejar testimonio de las celebraciones por este medio siglo de existencia, pero también será un repositorio de materiales históricos que testifican la construcción constante de la utopía que somos y que seguiremos siendo.
¡Felicidades al CCH!, ¡felicidades a toda la comunidad del Colegio! ¡Y que por nuestra raza siga hablando el espíritu!